
En el universo de la nutrición, pocos suplementos gozan de tanta fama como el omega-3. Pero si te has sentido confundido con esta información, no estás solo. La realidad es que no todos los omega-3 son iguales, y entender los diferentes tipos de omega 3 es el primer paso para hacer una inversión inteligente en tu salud, y no solo en un bote de cápsulas.
En esta guía, vamos a desentrañar el misterio con respaldo científico, pero con un lenguaje claro y directo. Prepárate para convertirte en un experto.
Tipos de Omega-3. El Origen de Todo: ALA, el Omega-3 Vegetal con Letra Pequeña
Cuando pensamos en fuentes vegetales de omega-3, nos vienen a la mente alimentos como las semillas de chía, el lino o las nueces. Todos ellos son ricos en Ácido Alfa-Linolénico (ALA). El ALA es un ácido graso esencial, lo que significa que nuestro cuerpo no puede producirlo y debemos obtenerlo de la dieta. ¡Hasta aquí, todo bien!
El problema, y es uno grande, reside en su conversión. Para que el ALA sea realmente útil a nivel celular, nuestro organismo necesita transformarlo en los dos tipos de omega 3 verdaderamente protagonistas: el EPA y el DHA. Desafortunadamente, este proceso es tremendamente ineficiente. Las estimaciones científicas sugieren que menos del 5% del ALA que consumes se convierte en EPA o DHA funcionales.
¿Significa esto que el ALA es inútil? No, en absoluto. Aporta beneficios y es una parte saludable de cualquier dieta. Sin embargo, depender exclusivamente de él para obtener los efectos terapéuticos asociados al omega-3 requeriría consumir cantidades más altas sin asegurarnos que esta conversión sea del todo buena, algo poco práctico y realista para la mayoría. pero que ojo, si llevas una alimetación vegetariana o vegana puedes aumentar tu ingesta de ALA al día para hacerlo significativo.
Los Actores Principales: EPA y DHA
Aquí es donde la magia ocurre realmente. El EPA (Ácido Eicosapentaenoico) y el DHA (Ácido Docosahexaenoico) son los omega-3 que el cuerpo puede utilizar directamente para sus funciones más importantes.
EPA: El Aliado Antiinflamatorio
El EPA es como el bombero de nuestro cuerpo. Su principal función es combatir la inflamación silenciosa, esa que se asocia con numerosas enfermedades crónicas.
- Protector cardiovascular: Ayuda a reducir los niveles de triglicéridos, mejora la flexibilidad de las arterias y disminuye los procesos inflamatorios que dañan el sistema circulatorio.
- Salud articular: Es un gran apoyo para personas con artritis o dolor en las articulaciones, al modular la respuesta inflamatoria.
- Síndrome metabólico: Su capacidad para controlar la inflamación lo hace especialmente valioso en condiciones como la resistencia a la insulina o la obesidad.
Las mejores fuentes de EPA son los pescados azules de aguas frías, como las sardinas, la caballa, el arenque o el salmón salvaje.
DHA: El Combustible del Cerebro y la Visión
Si el EPA es el bombero, el DHA es el arquitecto. Este ácido graso es un componente estructural clave de nuestro cerebro y de la retina.
- Desarrollo neurológico: El DHA constituye una parte fundamental del tejido cerebral. Por ello, es absolutamente crucial durante el embarazo y la lactancia, ya que interviene directamente en el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé.
- Función cognitiva: A lo largo de la vida, mantener niveles adecuados de DHA se asocia con una mejor memoria, concentración y salud cerebral en general.
- Salud ocular: Es vital para mantener la estructura de la retina y garantizar una función visual óptima.
No Solo Importa el Tipo, Sino la Forma: Triglicéridos vs. Etil-Ésteres vs. Fosfolípidos
Aquí entramos en un terreno más técnico, pero que marca una diferencia abismal en la eficacia de un suplemento.
- Etil-Ésteres (EE): Es la forma más barata y procesada. Se crea uniendo los ácidos grasos a una molécula de etanol. Su absorción es significativamente peor y se oxidan (se enrancian) con facilidad.
- Triglicéridos (TG): Es la forma natural en la que el omega-3 se encuentra en el pescado. Los suplementos de triglicéridos reesterificados han pasado por un proceso de purificación, pero se han devuelto a su forma natural, lo que garantiza una buena biodisponibilidad y estabilidad.
- Fosfolípidos: Esta es la joya de la corona. En esta forma, los omega-3 están unidos a fosfolípidos, la misma estructura de nuestras membranas celulares. Esto permite una absorción superior y una integración en las células mucho más eficiente.
Tipos de Omega-3. El Pequeño Gigante: Aceite de Krill
El aceite de krill, extraído de un diminuto crustáceo antártico, es el mejor ejemplo de la forma de fosfolípidos. Su popularidad no es marketing, se basa en ciencia:
- Alta absorción: Gracias a su estructura de fosfolípidos, el cuerpo lo asimila de manera mucho más eficaz que otras formas.
- Astaxantina incluida: Contiene de forma natural astaxantina, un potentísimo antioxidante que protege al propio aceite de la oxidación y aporta beneficios extra.
- Estabilidad superior: Su composición única lo hace más estable y sinérgico con nuestras células.
Guía Práctica: Dosis, Timing y Constancia
- Dosis Terapéutica: La evidencia científica sólida apunta a un rango de 1 a 3 gramos de EPA+DHA combinados al día para obtener beneficios reales. No te fijes en los miligramos totales de «aceite de pescado», sino en la suma de EPA y DHA.
- Acompañado de Comida: Tomar tu suplemento de omega-3 con una comida que contenga grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos) puede triplicar su absorción.
- Paciencia y Constancia: Los omega-3 no son un analgésico. Necesitan tiempo para incorporarse a las membranas celulares. Los efectos suelen empezar a notarse a partir de las 8-12 semanas de uso continuo.
Conclusión
Como has visto, el mundo de los tipos de omega 3 es complejo, pero navegable si tienes la información correcta. Tu elección no debe basarse en el precio o en un eslogan publicitario, sino en la fuente, la forma, la dosis y la pureza.

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Un suplemento de calidad, que priorice la forma de fosfolípidos como el Krill Oil, o que garantice una forma de triglicéridos estable y pura como Omega 3 con Vitamina E o Super Omega 3 de iO.GENIX, puede marcar una diferencia real en tu bienestar.
Recuerda siempre revisar la etiqueta y, si tienes dudas sobre tu situación personal o patologías previas, consulta con un profesional sanitario. Tu salud merece una decisión informada.

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Preguntas Frecuentes (FAQ) sobre los Tipos de Omega-3
1. ¿Cuál es la diferencia principal entre los distintos tipos de omega-3?
La diferencia clave está en su utilidad para el cuerpo. El ALA (de fuentes vegetales como lino o chía) es un precursor que nuestro cuerpo convierte muy mal en las formas activas. El EPA y el DHA (principalmente de pescado, krill y algas) son las formas activas que el cuerpo utiliza directamente para sus funciones antiinflamatorias (EPA) y estructurales en el cerebro y los ojos (DHA).
2. Si como muchas nueces y semillas de chía, ¿es suficiente para obtener mi omega-3?
Aunque es muy saludable, para la mayoría de las personas no es suficiente. El cuerpo convierte menos del 5% del ALA (el omega-3 de las plantas) en EPA o DHA. Para alcanzar las dosis con efectos demostrados en la salud cardiovascular o cerebral, tendrías que consumir cantidades muy grandes de estos alimentos. Por eso, a menudo se recomienda una fuente directa de EPA y DHA.
3. ¿Cuánto omega-3 necesito tomar al día?
No te fijes en los miligramos totales de «aceite de pescado». Lo importante es la suma de EPA y DHA. La evidencia científica sugiere que una dosis efectiva para beneficios generales de salud se sitúa entre 1 y 3 gramos (1000-3000 mg) de EPA+DHA combinados al día.
4. ¿Cuándo y cómo debo tomar mi suplemento de omega-3 para que funcione mejor?
El mejor momento es junto a una comida que contenga grasas saludables (por ejemplo, con aguacate, aceite de oliva, huevos o frutos secos). Esto se debe a que las grasas de la comida estimulan la producción de enzimas que ayudan a absorber el omega-3, pudiendo llegar a triplicar su biodisponibilidad.
5. Soy vegano/a. ¿Cómo puedo obtener EPA y DHA?
La mejor opción vegana para obtener EPA y DHA directamente es el aceite de algas. Las algas son la fuente original de estos ácidos grasos (los peces los acumulan al comerlas). Un suplemento de aceite de algas te proporciona las formas activas de omega-3 sin necesidad de conversión y sin productos de origen animal. Otra opción es una ingesta significativa de R-ALA al día.
6. ¿Por qué se dice que el aceite de krill se absorbe mejor?
Porque en el aceite de krill, los omega-3 están unidos a fosfolípidos. Esta estructura es la misma que la de nuestras membranas celulares, lo que permite que el cuerpo los reconozca y absorba de una forma mucho más directa y eficiente que las formas de triglicéridos o etil-ésteres más comunes en el aceite de pescado.
7. Empecé a tomar omega-3 la semana pasada y no noto nada. ¿No funciona?
Es normal. Necesita tiempo para integrarse en las células de tu cuerpo. Generalmente, se requiere un uso constante durante al menos 8 a 12 semanas para empezar a experimentar sus beneficios a nivel sistémico. ¡La clave es la constancia!