¿Melatonina y problemas de corazón? Es probable que lo hayas visto en los últimos días. Un titular alarmante, compartido miles de veces, que vincula un suplemento tan común como la melatonina con un supuesto aumento en el riesgo de insuficiencia cardíaca y mortalidad.
El titular es potente. Da miedo. Y en una era de desinformación, es el tipo de «noticia» que se propaga como la pólvora, haciendo que miles de personas que la usan para regular su sueño se cuestionen si están, sin saberlo, jugando a la ruleta rusa con su corazón.
Permíteme ser categórico: No, la melatonina NO «dispara» el riesgo cardíaco basándonos en este «estudio».
La realidad es que esta pieza de información, que ha generado un pánico innecesario, no supera el más mínimo filtro de calidad científica. Antes de que tires tus suplementos a la basura, quiero que analicemos juntos por qué esta alarma no tiene, a día de hoy, ningún fundamento sólido.
Vamos a desmontar el «ruido» con «rigor».
1. Melatonina corazón. El «Estudio» que no es un Estudio: El Problema del Abstract
Lo primero y más importante que debes saber es que no estamos hablando de un estudio publicado. Por cierto, puedes encontrarlo aquí
Lo que se ha hecho viral es, en realidad, un abstract (un breve resumen) presentado en un congreso científico. ¿Qué significa esto?
- Es preliminar: Un abstract es un adelanto, una «prueba de concepto» que los investigadores presentan a sus colegas para discutir. A menudo, los datos están sin analizar en profundidad y las conclusiones son provisionales.
- NO ha pasado la revisión por pares (Peer Review): Este es el punto crucial. El pilar de la ciencia moderna es la revisión por pares. Cuando un científico quiere publicar un estudio en una revista seria, envía su trabajo (el artículo completo, con toda la metodología, datos brutos y análisis) a un comité de expertos independientes y anónimos en ese mismo campo. Estos expertos lo «destrozan» buscando fallos metodológicos, errores de cálculo o conclusiones que no se sostienen.
- Es ciencia «en borrador»: Solo si el estudio sobrevive a este escrutinio riguroso, se publica. Este abstract no ha pasado por nada de eso. Es el equivalente a un borrador muy temprano. Muchos abstracts presentados en congresos nunca llegan a publicarse porque, tras un análisis más profundo, se descubre que los hallazgos no eran correctos o estaban viciados.
Confiar en un abstract de congreso como si fuera una verdad científica establecida es como declarar al ganador de un maratón basándose en quién iba primero en el kilómetro dos.
2. El Error Clásico: Asociación NO es Causalidad
Imaginemos que mañana publico un estudio que demuestra que las ventas de helados están fuertemente correlacionadas con el número de ataques de tiburón. ¿Significa que comer helado provoca que te muerda un tiburón?
Evidentemente, no. Existe un tercer factor (una variable de confusión) que explica ambos fenómenos: el verano. Hace calor, la gente come más helados. Hace calor, la gente se baña más en el mar.
Esto es exactamente lo que ocurre con los estudios observacionales, como el que nos ocupa. Este diseño de estudio se limita a «observar» bases de datos y encontrar patrones. El abstract encontró una asociación (un vínculo estadístico) entre la gente que usaba melatonina y más problemas cardíacos.
Pero asociación no implica causalidad. No puede probar que la melatonina cause el daño.
Es infinitamente más probable que exista una causalidad inversa o una variable de confusión. Por ejemplo: las personas con insomnio crónico grave (que es un factor de riesgo cardiovascular conocido por sí mismo) son más propensas a buscar y tomar melatonina. O quizás, las personas con insuficiencia cardíaca incipiente duermen peor debido a su condición (por ejemplo, por ortopnea o nicturia) y, por lo tanto, consumen más melatonina.
En resumen: el estudio no demuestra que la melatonina cause problemas; es igual de probable que las personas que ya tienen problemas (de sueño o de corazón) sean las que más la consumen.
3. Melatonina corazón. El Fallo Metodológico Garrafal: Una Comparación Contaminada
Si los dos puntos anteriores no fueran suficientes para descartar el pánico, este tercero es la sentencia de muerte metodológica del estudio.
Según el abstract, los investigadores separaron a los «usuarios» de los «no usuarios» basándose en recetas electrónicas.
¿Ves el problema?
En la gran mayoría de países, incluyendo Estados Unidos o España, la melatonina se vende libremente sin receta (OTC, Over-The-Counter). Se considera un suplemento dietético y se encuentra en farmacias, herbolarios y supermercados.
Esto significa que el grupo de «no usuarios» (el grupo de control) está fatalmente contaminado. Es casi seguro que ese grupo está lleno de personas que SÍ consumen melatonina, pero que simplemente la compraron por su cuenta sin necesidad de una receta.
Estás comparando un grupo de «usuarios con receta» (que quizás la tienen recetada precisamente porque su insomnio es parte de un cuadro clínico más grave) contra un supuesto grupo de «no usuarios» que, en realidad, incluye a un número desconocido de usuarios de OTC.
Cualquier comparación que hagas sobre esa base es científicamente inútil. Es como hacer un estudio sobre los efectos del alcohol comparando a alcohólicos diagnosticados con un grupo de «abstemios» en el que has metido, sin saberlo, a todos los que beben socialmente los fines de semana. Los resultados no valen nada.
4. Lo que SÍ Sabemos Hoy sobre la Melatonina
Mientras este abstract genera ruido, ¿Qué dice la evidencia científica de mayor calidad (ensayos clínicos aleatorizados y meta-análisis) sobre la melatonina y el corazón?
La evidencia actual, acumulada durante años, no muestra un aumento del riesgo cardiovascular con el uso de melatonina a dosis habituales (0.5mg a 5mg) y cuando está bien indicada (principalmente para el jet lag, el trastorno de fase de sueño retrasada o, en algunos casos, insomnio en adultos mayores).
De hecho, algunos estudios (¡y que nadie se automedique por esto!) incluso han explorado sus potenciales efectos protectores leves debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, aunque esto sigue en el terreno de la investigación.
Lo que sí sabemos con certeza es que dormir mal es un factor de riesgo cardiovascular de primer orden. El insomnio crónico, la apnea del sueño y la privación de sueño se asocian directamente con hipertensión, infartos y peor pronóstico en la insuficiencia cardíaca.
Conclusión: Rigor, No Ruido
Melatonina corazón. La ciencia no funciona con titulares de prensa ni con resúmenes de congreso. La ciencia es un proceso lento, metódico y escéptico que se basa en la evidencia robusta y replicada.
Si en el futuro aparecen estudios sólidos, publicados y revisados por pares que indiquen un riesgo real, seremos los primeros en analizar esos datos y ajustar nuestra postura.
Pero hoy, la alarma generada por este abstract preliminar, observacional y metodológicamente deficiente es solo eso: ruido sin fundamento.
La ciencia necesita rigor. Y nosotros, como público, necesitamos una prensa más responsable y con mejor criterio para filtrar lo que es noticia de lo que es, simplemente, un borrador científico sin verificar.




